¿QUÉ SON LAS ENZIMAS, CUÁLES SON SUS PROPIEDADES Y BENEFICIOS?
Hoy en día mucha gente intenta cuidar de alguna manera de su salud, comer bien, practicar algún deporte o moverse más, etc. Pero cada vez se vuelve más complicado. Dado que los productos alimenticios modernos que compramos en los supermercados frecuentemente son sometidos a tratamientos industrializados, pasando por procesos químicos y calentamientos del producto lo cual destruye sus propiedades, además de agregar varios conservantes químicos perdiendo su valor natural haciéndolos irreconocibles al organismo frezándolo a hacer extra trabajo para poder digerir la comida y en ocasiones resulta indigerible, creando y acumulando basura metabólica. La simple fruta y verdura fresca que pareciera es la más natural, ya perdió su concentrado natural porque esta modificada genéticamente además de fertilizada con químicos perjudica nuestra salud directamente. Y muchas frutas, verduras, granos semillas, etc. Cultivadas ecológicamente pareciera deberían tener de todo, pero por la pobreza orgánica de la tierra y su agotamiento, ha perdido la mayoría de los minerales, vitaminas y enzimas, es decir ya no contiene todo lo que debería y lo que tenía tan sólo hace unos cuantos años ha desaparecido.
Las enzimas son moléculas orgánicas catalizadores de naturaleza proteica muy importantes para acelerar las reacciones metabólicas y bioquímicas en el organismo. Nos ayudan a procesar la comida con facilidad para que esta pueda ser absorbida fácilmente por el sistema digestivo. Estos catalizadores son sustancias químicas que aceleran el proceso de reacción, pero no sufren modificación ni se desgastan durante este proceso. Muchos de estos procesos de reacciones sólo ocurren en presencia de las enzimas. Gracias a las enzimas necesitamos un mínimo de energía para las reacciones químicas. Cada enzima actúa sobre una sustancia concreta, como una llave a en una cerradura.
Gracias a las enzimas, el cuerpo recibe la máxima cantidad de nutrientes de los alimentos, debido a ello, las células reciben nutrientes y eliminan toxinas. También son necesarias para: aumentar la inmunidad, hacer frente a virus, como fuente de energía, para mejorar el metabolismo, quemar grasas, sintetizar ciertas hormonas y muchas vitaminas y minerales se vuelven más activos en sus funciones y reacciones.
Las enzimas son muy sensibles a la temperatura. Una temperatura de más de 41 o 42º Centígrados, altera a las enzimas y las mata. Muchos alimentos frescos y crudos tienen enzimas, y al someterlos a la cocción las destruimos.
Existen más de 3000 enzimas en el organismo que se divide en 7 grupos, sin embargo los grupos más importantes son 3: Enzimas Alimenticias, Digestivas y Metabólicas.
Las enzimas alimenticias son las que recibimos con la comida, están en las frutas, verduras y los germinados. Están en la comida VIVA Y CRUDA!, y no en la comida que está preparada o cocinada. También las podemos encontrar en la comida preparada a temperaturas inferiores a los 35 – 42º C. En este caso, se requiere una máquina especial para preparar la comida a temperaturas correctas, llamada deshidratadora.
Las enzimas digestivas son lipasa, amilasa y proteasa, se producen en mayor parte en nuestro páncreas y son útiles para ayudar a absorber y desdoblar los nutrientes de los alimentos de forma mucho más rápida y fácil. Nacemos con una reserva limitada que gastamos de más al consumir los alimentos cocinados y por consecuencias se agotan prematuramente causando deterioro, enfermedades y envejecimiento prematuro.
La Lipasa es una enzima que ayuda a desdoblar la grasa, la amilasa nos ayuda a desdoblar los hidratos y la proteasa es útil para la absorción de las la proteínas. Cuando estas enzimas faltan, no tenemos una correcta absorción de nutrientes.
3. Las enzimas metabólicas son las responsables de la reparación de las células, función fundamental para conservar una buena salud.
Las enzimas, en especial las digestivas, ayudan asimilar los nutrientes y eliminar las toxinas. Una deficiencia de estas enzimas puede llevar a un deterioro de la salud, puesto que puede producir un sobreesfuerzo de los órganos que los deteriore. Otros efectos son los gases, el estreñimiento, problemas en el hígado, hinchazón del vientre, aumento del páncreas, entre otros. Estos efectos se pueden observar, en mayor medida, en la gente que consume comida cocinada.
En investigaciones realizadas en la universidad de medicina de Tufls, el doctor David Galton realizó un experimento con personas que pesaban entre 105 y 110 kg (230-240 libras) a las cuales les realizó un examen de sangre, y se encontró que todos pacientes tenían carencia de la enzima lipasa, la cual ayudan a desdoblar las grasas. Todas la personas pueden realizarse este examen de sangre para comprobar en qué estado se encuentran sus niveles de lipasa.
Las enzimas digestivas que produce nuestro páncreas tienen un límite, por eso con la edad se disminuyen, los estudios demuestran que su producción baja un 13% cada 10 años en promedio. A los 40 años es 25% más baja que en los niños y, a los 70 años se produce tan sólo el 30% de lo que producíamos antes, esto a su vez causa que la producción de ácido clorhídrico sea menor, y este ácido es fundamental para activar las enzimas digestivas que nos permiten gozar de buena salud. Es algo semejante a lo que ocurre con las mujeres, el cuerpo femenino tiene un límite para la producción de óvulos, con el paso de los años estos se van acabando y una vez se terminan por completo comienza la menopausia. Ocurre lo mismo con las enzimas, podemos gastarlas antes de tiempo al consumir comida cocinada y provocar el envejecimiento prematuro de nuestro organismo, o ir gastándolas poco a poco con una buena alimentación basada en comida viva. Muchas veces vemos personas con apenas 30 años que aparentan 50 por abusar de su páncreas, así mismo vemos otras personas que tienen 50 años y parecen de 30, esto se debe a que cuidan su dieta y sus niveles enzimáticos.
Cuando comemos frutas y verduras frescas y crudas con el estómago vacío, aprovechamos mucho mejor todos sus nutrientes, ya que estos entran más fácilmente al torrente sanguíneo sin esforzar nuestros órganos. El trabajo de las enzimas es romper la estructura de los virus, las bacterias y las sustancias dañinas que aparecen con las inflamaciones, lo que las convierte en la primera línea de defensa que tiene nuestro sistema inmune, el cual tiene un efecto terapéutico; por este motivo las enzimas que tienen los jugos frescos recién exprimidos, especialmente los jugos verdes que son ricos en fermentos, son muy efectivas. Las personas que comen más alimentos crudos tienen una menor carga en la digestión y las enzimas no utilizadas quedan disponibles para otros procesos fisiológicos importantes en nuestro organismo.
¿CUÁLES SON LAS FUENTES DE ENZIMAS Y CÓMO AUMENTAR SU PRODUCCIÓN?
Las fuentes naturales que aumentan los niveles enzimáticas son:
Otras formas de aumentar los niveles enzimáticos son: consumir al menos un 80% de nuestros alimentos diarios en comida viva y cruda; dejar de masticar chicle; comer despacio, masticando cada bocado de comida mínimo 40 veces (el top es de 70 a 80 veces), para producir más saliva y pre-digerir la comida desde la boca, para disminuir la carga pancreática y digerir mucho más fácil lo que comemos; ayunar al menos un día a la semana para reponer las enzimas gastadas de más durante la semana y, el uso de suplementos de enzimas de alta calidad, de origen vegetal no sintetizados y que no utilicen gelatina animal, ayuda significativamente a la reparación y restauración de la digestión y su uso sistemático mejora mucho la salud, no sólo en desórdenes como alergias, enfermedades cardiacas, diabetes, cáncer, etc., sino también, para gozar de juventud hasta edad avanzada y, particularmente ayudan en los casos de gente con resistencia a la pérdida de peso. Otras fuentes donde podemos encontrar altas cantidades de enzimas son: el rábano picante, el ajo y el plátano y, en niveles aún más altos en los GERMINADOS!
¡Es momento de disfrutar nuevas fuentes de enzimas y comprobar los excelentes beneficios que traerán para su salud y vitalidad!